Torrecillas: Historia de un topo II

En el 2017 ya la necesidad de actualizar el trabajo antes hecho se volvió imperativo. Había muchas nuevas rutas en la pared y además se había desequipado el primer largo de una línea marcada como deportiva, llamada "Satori", lo cual creaba muchos problemas por que en la guía salía marcada como ruta de deportiva y pasó que fue mucha gente y pasó un mal rato ya que se habían retirado las chapas sin avisar a nadie, esto para respetar la vía original abierta por ahí (Renacer), la cual no necesitaba chapas, ya que era perfectamente protegible con seguros móviles.

Justo antes de la sección de "trad" de Satori.

La ética del lugar, que vendrían siendo como las "normas" no escritas de la escalada en Torrecillas, es que si hay fisuras no se debe poner chapas. Esta regla no escrita se rompió al poner chapas al lado de fisuras perfectas en Satori, sin embargo, pasaron muchos años antes de que se retirasen esas chapas, por lo que ya se había asumido que se podía escalar dicha ruta sin seguros móviles, esta confusión, independiente de quien tenga la razón o no, creó problemas graves: Un escalador, un fin de semana cualquiera preguntó en la clásica fogata si se podía escalar esa ruta sin friends, se le avisó que necesitaría algunos para poder acceder al primer largo, haciendo caso omiso, fue de todas maneras solo con stoppers... El escalador protegió con un lazo en un arbolito y avanzó metiéndose al dihedro de fisura ancha donde va un Camalot del 2 o 3. Sin embargo, sin este material, este escalador se arrepintió y empezó a desescalar, maniobra que le costó cara por que resbaló y calló de espalda en los slabs de aproximación y catapultó una operación de rescate que involucró a todos los que estaban ahí escalando sus respectivas vías.

Cara oeste Torrecillas 1. Fotografía: Oscar Marín M.

Esta operación de rescate y otras más antiguas, dejan en claro que la llegada de un helicóptero al lugar mismo de escalada es bastante complicado, por lo que tuvieron que bajar al accidentado con una camilla improvisada hasta un lugar propicio donde el accidentado finalmente pudo ser evacuado en helicóptero, no sin antes, crear todo un plan de rescate improvisado por los escaladores que casualmente estaban allí.

Video del rescate en helicóptero.

Este acontecimiento dejó en claro varias cosas. Primero había que actualizar la información de la guía, segundo se hace necesario tener una tabla espinal en el campamento base y tercero, el sendero sigue una lógica de improvisación que no permite un descenso cómodo en caso de bajar con un accidentado, por lo que preparar el sendero para el cada vez más alto tránsito de escaladores, excursionistas y animales se vuelve necesario.

En este caso y a razón de este artículo el topo/guía de Torrecillas versión 2017. Dejando en claro que la información usada en esta guía es de responsabilidad de cada quien. La escalada es un deporte de riesgo y Torrecillas no es un lugar para ir a aprender las técnicas básicas. 

Guía Torrecillas Versión 2017

Torrecillas: Historia de un topo I

Desde que empecé a vivir la escalada comencé a visitar una de las mejores zonas de la región para aprender y aumentar mi experiencia en grandes paredes. Así fui a escalar a las Torrecillas del Manzano constantemente, así me fui deleitando con sus hermosas líneas naturales, exquisita aproximación y una calidad de roca alucinante.

Escaladores en "El Filo". Fotografía: Oscar Marín M.

Al principio, con poca experiencia pero mucha motivación empecé a subir con compañeros que sabían lo mismo o menos que yo sobre la escalada o el lugar, así fue como conocimos las Terrorcillas, aproximaciones despapiadas, equivocaciones en las rutas nos hicieron vivir los temidos ranasos (alejes entre chapas), chapas oxidadas, cruces de rutas, en fin, el aprendizaje fue de ensayo y error. Por suerte, sobrevivimos al aprendizaje. Así logramos conocer mejor los senderos e identificar mejor las rutas con la información disponible en esos tiempos. La tarea era clara, había que hacer un buen topo de Torrecillas, la excusa perfecta para probar ojalá todas las rutas de esta gran pared. Hogar de cóndores y vizcachas, escenario de muy bonitas experiencias con los amigos y los elementales.

La Vizcacha. Fotografía: Andrea Cáceres Fonfach

El mismo año que cumplí mi meta de terminar mis estudios universitarios, me propusieron confeccionar un topo definitivo de Torrecillas, en esos momentos mi motivación con Torrecillas estaba a tope y como ya había trabajado más "artesanalmente" el tema de los topos me llamó la atención el desafío de crear una guía de Torrecillas, de esa manera pensé: menos gente va a equivocarse de camino y por ende se va a erosionar menos; y también se pueden evitar accidentes con información clara y concisa de las rutas.

Plano general Torrecillas 1. Fotografía: Gonzalo Riobó.

Listo, sin dudar me puse a trabajar en marcar las líneas de las rutas lo mejor posible, y me di cuenta que el trabajo era bastante meticuloso, por eso nadie lo había hecho, son muchas rutas, algunas se cruzan, cuesta encontrar un buen punto de referencia para que se entiendan los topos.... en fin, un montón de problemas que se convirtieron en soluciones y terminó saliendo a la luz el primer topo de Torrecillas en el 2012.

El resultado no me dejó muy conforme, varios errores en las líneas y problemas de retiro de chapas y nombres cambiados... Sin embargo el topo funcionaba un 80% y mientras tanto yo necesitaba dedicarme a otras cosas.

Pasaron 5 años y aún no he escalado todas las rutas de Torrecillas, ya no me interesa ese objetivo, hoy me preocupa la cantidad de gente que sube en temporada seca, lo que provoca que el camino se erosione más y más, también la presencia de nidos de rapaces en prácticamente todo el macizo, la cantidad de escaladores y visitantes con cero conciencia de cuidado del entorno, muchas fogatas y senderos por doquier.

Así entendí que al haber confeccionado un topo del lugar, de alguna manera estaba invitando a gente para que lo visite. Lo que no es malo, ya que todos necesitamos salir a la naturaleza para ser felices, el problema es que al hacerlo sin conciencia, transformamos ese lugar idílico en un ambiente invadido por nuestras malas costumbres de ciudad.

Desde la cumbre de Torrecillas.